La televisión es un sistema para la transmisión y recepción de imágenes en movimiento y sonido a distancia que emplea un mecanismo de difusión. Es uno de los grandes medios de comunicación de masas, que con el tiempo, a partir de los grandes cambios generacionales, ha debido experimentar cambios para seguir atrayendo al público, especialmente para responder la demanda de los nuevos consumidores. Scolari, en una entrevista dada a Eduardo Prádanos señala, respecto a la necesidad de ir innovándose, que “el mercado necesita conceptos nuevos, frescos, para ir renovando sus productos y estrategias” (Entrevista a Eduardo Prádanos publicada el 11 de febrero del 2013, http://eduardopradanos.com/, 11 de Febrero 2013). Esto obviamente también corre para este medio de comunicación, la televisión.

Los estímulos televisivos en un minuto se vieron menguados con la aparición de nuevos medios de comunicación, especialmente por las nuevas formas de comunicar – el soporte internet, las plataformas Smartphone, etc. En algunos casos el televisor pasó a ser hasta un medio decorativo, reemplazado por estas nuevas plataformas de comunicación, por las que se puede acceder online a la información desde el sofá. Es un desplazamiento que ha sufrido producto del fenómeno de la transmedia o, más bien, de la “narrativa transmedia”, que como establece Scolari, ya está plenamente consolidada en el ámbito científico, “esto significa que, si dentro de unos años los profesionales lo dejan de lado, seguirá teniendo vida propia en el discurso de los analistas de la comunicación” (Entrevista a Eduardo Prádanos publicada el 11 de febrero del 2013, http://eduardopradanos.com/, 11 de Febrero 2013).

Es evidente que la televisión debió generar un cambio, pero claro está que no le ha sido fácil, y meno al transmedia. Ya dice Scolari que para “…una empresa que durante cinco o seis décadas produjo libros, televisión o cómics le cuesta horrores, no digo producir, sino simplemente pensar en un relato transmedia. Lo mismo le pasa al investigador que durante toda su carrera académica analizó la prensa escrita o la ficción televisiva: le cuesta muchísimo dejar de ver sólo “su” medio y desplegar una mirada más abarcadora” (Entrevista a Eduardo Prádanos publicada el 11 de febrero del 2013, http://eduardopradanos.com/, 11 de Febrero 201l3). Al medio televisivo también en un inicio se le produce este horror, pero tenía claro que debía cambiar, poniéndose en línea con la narrativa transmedia, para poder responder las demandas de las nuevas generaciones, que buscan atención y participación. Henry Jenkins señala al respecto: “el público, que estén facultadas por las nuevas tecnologías, que ocupan un espacio en la intersección entre los medios antiguos y nuevos, están exigiendo el derecho a participar en la cultura” (Transmedia Generation, http://henryjenkins.org/, 31 de Marzo de 2010). Es un público que busca no sólo recibir información sino también interactuar con el medio televisivo y complementar su contenido con el de múltiples plataformas.
Los distintos medios han ido incorporando este nuevo sistema de narrativa transmedia, entendiendo su propósito. Sam Ford en su artículo “Transmedia Journalism: A Story-Based Approach to Convergence” señala que “el propósito de una noticia transmedia es informar a los lectores de la mejor manera posible, y el uso de una combinación de formas de los medios para hacerlo tiene sentido en un mundo donde estas asociaciones a través de plataformas de contenidos es cada vez más plausible y que la publicación en Internet proporciona los medios por la que se puede armar un paquete de texto, audio, video, e imágenes en un paquete de cobertura global”, complementando y ofreciendo la posibilidad de interactuar.

La televisión, sin duda, se ha adaptado siguiendo las características de la narrativa transmedia, dejando de ser solo audiencia. Hoy los usuarios cuentan con los recursos para participar e interactuar con este medio de comunicación. Por ejemplo, lo hace con la Serie “LOST”, la que además de ser transmitida por televisión, es narrada la historia a través de libros y mostrada por páginas, a fin de conseguir la interacción del usuario. Otro ejemplo de esa adaptación a la transmedia de la televisión son los noticieros nacionales, como 24 horas, que estando en vivo los periodista entregando información están interactúan con los televidentes a través de Twitter. También entregan información a través de redes sociales, como facebook y su propia plataforma web, mostrando imágenes y videos complementarios, ofreciendo la opción al usuario de que opine.
Sam Ford afirma que “el propósito de una noticia transmedia es informar a los lectores de la mejor manera posible, y el uso de una combinación de formas de los medios para hacerlo tiene sentido en un mundo donde estas asociaciones a través de plataformas de contenidos es cada vez más plausible y que la publicación en Internet proporciona los medios por la que se puede armar un paquete de texto, audio, video, e imágenes en un paquete de cobertura global ” (Transmedia Journalism: A Story-Based Approach to Convergence). Luego, gracias a este nuevo sistema la gente se puede informar de mejor manera, va en busca de su interés de distintas formas y a la vez logra hacerse o sentirse participe cuando logran la interacción, ya sea comentando o demostrando si gusta de lo entregado o visto.

Lugo, hoy no hay una audiencia detrás de la pantalla, sino más bien un usuario que interactúa y participa, un usuario que no solo ve televisión, sino que además interactúa con algo más paralelamente para complementar el contenido o la información. “Las viejas empresas monomediáticas deben migrar al Transmedia si no quieren ser sustituidas” (Entrevista a Eduardo Prádanos publicada el 11 de febrero del 2013, http://eduardopradanos.com/, 11 de Febrero 2013), afirma Scolari. Así lo entendieron las empresas de los medios de televisión.

En el periodismo esta adaptación del medio televisivo evidentemente lo ha experimentado. Cuando los periodistas están entregando información a la vez están interactuando a través de twitter con su audiencia, una audiencia participativa que está opinando o haciendo sugerencias respecto a lo que se les está informando. Es un periodismo transmedia que, de acuerdo a lo dicho por Denis Renó y Carlos Flores, en su El Libro Periodismo Transmedia, “desarrolla un nuevo tipo de lenguaje periodístico, consistente en la formulación simultánea de narrativas diferenciadas para plataformas distintas, destinadas a usuarios también diferenciados y siempre apoyadas en la interactividad del mensaje y el hipertexto”.

Concluyendo, esta evolución de los medios televisivos a la transmedia, no sólo han permitido generar una interacción y participación de los usuarios, especialmente los de las nuevas generaciones, sino también transcender las suposiciones tradicionales sobre conocimientos, que como dice Jenkins, se están desmoronando “o al menos siendo transformadas por los procesos más abiertas de la comunicación en el ciberespacio” (Transmedia Generation, http://henryjenkins.org/, del 31 de Marzo de 2010).